En éste mes celebramos el
nacimiento de Jesús y hablaremos de algunas costumbres y tradiciones que se dan
en estas fechas. Existen muchas tradiciones y costumbres que se celebran en el
tiempo de Adviento y de la Navidad, una de ellas es, el árbol de Navidad.
Los antiguos germanos creían
que el mundo y todos los astros estaban sostenidos pendiendo de las ramas de un
árbol gigantesco llamado el “divino Idrasil” o el “dios Odín”.
En cada
solsticio de invierno, cuando suponían que se renovaba la vida, le rendían un
culto especial.
Ese día consistía en adornar
un árbol de encino con antorchas que representaban a las estrellas, la luna y
el sol. En torno a este árbol, bailaban y cantaban adorando a su dios.
Cuentan que San Bonifacio,
evangelizador de Alemania e Inglaterra, derribó el árbol que representaba al
dios Odín, y en el mismo lugar plantó un pino, símbolo del amor perenne de
Dios.
Lo adornó con manzanas y
velas, estas tenían un significado y un simbolismo cristiano: las manzanas
representaban las tentaciones, el pecado original y los pecados de los hombres;
las velas representaban a Cristo, la luz del mundo y la gracia que reciben los
hombres que aceptan a Jesús como Salvador.
Poco a poco, la tradición fue
evolucionando: se cambiaron las manzanas por esferas y las velas por focos que
representan la alegría y la luz que Jesucristo trajo al mundo.
Las esferas y sus colores,
actualmente simbolizan las oraciones que hacemos durante el periodo de
Adviento:
DORADAS: Oraciones de alabanza
AZULES: Oraciones de arrepentimiento
ROJAS: Oraciones de petición
PLATEADAS: Oraciones de agradecimiento
Se
acostumbra poner una estrella en la punta del pino que representa la fe que
debe guiar nuestras vidas. También se suele adornar con diversas figuras el
árbol de Navidad. Éstos representan las buenas acciones y sacrificios, los
“regalos” que le daremos a Jesús en la Navidad.